Hoy llega Adam después de un viaje de 17 días. Durante ese tiempo estuve más sola que acompañada, situación que me pone incómoda no porque dependa emocionalmente de Adam sino porque prefiero evitar la soledad. Estos 17 días fueron de altibajos, estuve contenta pero también tuve momentos de nostalgia, de introspección y de lágrimas. No es absurdo llorar, ocasionalmente mi cuepo lo exige para descargar todas aquellas cosas que me hacen sentir frustrada. Tuve tiempo para ver todo con una mirada más objetiva, pude darme cunta que muchas cosas en las que creía ciegamente no son como aparentan. Lo peor ya sucedió, mi mente está más calmada, mis sentimientos más organizados, mis objetivos más claros y mis ideas menos locas. Ningún hombre tiene idea de lo dificil que es ser mujer!!!