Thursday, August 31, 2006

VISA NUEVA, VIDA NUEVA

Ya tengo mi visa para viajar como residente permanente condicional a los Estados Unidos. Ser un residente Condicional significa que mi permiso expira dentro de 730 dias pero tres mese antes de esa fecha debo solicitar una residencia permanente que no tenga condiciones (eso fue lo que entendí). El hecho de salir de mi país me permitirá como dice Adam, borrar el tablero... sin ideas preconcebidas, sin una historia y sin conocer a casi nadie... en pocas palabras significa comenzar una vida nueva que puede ser mejor o menos buena que la actual, eso depende de mi, como dicen por ahi cada cual se labra su propio destino. Por ahora tengo muchas ganas de que llegue el dia pero como eso no ocurrira sino hasta dentro de 105 dias, 21 horas, 39 minutos y 37 segundos más o menos, no tengo mas remedio que ser paciente y aprovechar lo poco que me queda aqui. Realmente no estoy muy segura de las cosas que me haran falta de mi país cuando esté lejos, eso lo descubriré cuando este allá. Seguramente en ese instante empezará a gustarme el vallenato (que no me gusta en lo más mínimo), puede que cuando suene el himno nacional de Colombia me ponga la mano en el corazón y algunas lágrimas broten de mis ojos, usaré el famoso sombrero voltiao para ir a la playa y en el invierno no me podrá faltar la ruana (es una especie de cobija portatil que tiene un agujero en la mitad por donde se mete la cabeza). Lo que indiscutiblemente si voy a extrañar es el ajiaco santafereño, la bandeja paisa, el arroz con coco que preparaba mi mamá, las arepas con queso, las empanadas y el bocadillo beleño. Tal vez empezaré a echar de menos los trancones, los vendedores, poetas y cantantes que se suben a los buses, el tumulto de transmilenio y las subidas a monserrate. Me harán falta sábados felices y la patadita de la buena suerte del show de Jorge Barón (programas de televisión típicamente colombianos que me causan desespero y piquiña en todo el cuerpo si no encuentro el control remoto rápido). Extrañaré las calles de esta ciudad que me vieron crecer (en realidad dejaron de verme crecer a los 11 años cuando todas las amigas de mi mamá decian que yo iba a ser alta... pamplinas; tengo la misma estatura desde aquel entonces).
Mis amigos? mmmm, buena pregunta... no tengo, solo tengo compañeros y conocidos muy buenas personas y otros que no son tan agradables. En estos tiempos resulta una tarea muy compleja encontrar un verdadero amigo, alguien que no espere nada a cambio (excepto una buena amistad) y sobre todo alguien confiable que este dispuesto siempre a decir la verdad o a guardar un secreto.
Para concluir solo puedo decir que estoy muy muy muy feliz pero debo reconocer que sin la ayuda de Adam y sus padres jamas lo hubiera conseguido. Soy muy afortunada, no puedo quejarme siempre aparecen en mi camino angelitos que vienen a ayudarme. Eso sonó muy cursi, pero es la verdad.

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